"Cada error es la gesta de una experiencia que va al ritmo del vaivén, volviéndonos consecuencias en la que marcamos nuestro camino con lo más sagrado que nos puede dar la vida; sabiduría".
La vida al igual que el bajo mundo, es la madre de toda casa de estudio, una universidad más. Un hogar que recoge a cualquiera sin importar raza, credo o color. En ella aprendemos a caminar y a correr hasta terminar de crecer; durante ese trayecto vamos de práctica por las cosas nuevas que debemos aprender.
Ensayamos para gatear y en el aprendemos a caminar.
Practicamos para caminar y, sin embargo, luego de tantas caídas y tropezones culminamos por andar.
Tan pronto, así sentimos el deseo de querer correr y poder sentir el viento fluir por nuestro cuerpo, llegando al punto que debemos poner en práctica todo lo antes aprendido.
Ahora en busca de ese querer tan deseado. Conociendo a la práctica como parte del ensayo, y el error como elemento fundamental, e importante de todo el trayecto que nos toca vivir, seguimos avanzando por las líneas de la vida.
"En el ensayo, práctica y error aprendemos a caer y a volvernos a levantar, de que las rodillas sanan si no tocamos las heridas". Y desde ese entonces comprendemos un hecho, un acontecer, de ese vaivén del cual estamos ligados a nadar.
"Una piedra representa cada ensayo. Una práctica nos enseña a seguir un rumbo. Un error nos hace reflexionar, pero, una experiencia nos hace volar".
Crédito de la imagen: Théo Gosselin
Crédito de la imagen: Théo Gosselin
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